martes, 3 de mayo de 2011

Érase una vez 3 largas películas: Érase una vez en América




Érase una vez en América y érase una vez en Italia un cineasta que le dio un aire de cinismo incontrolable al género cinematográfico americano por excelencia: el western. Sergio Leone no fue el primero en hacer un western fuera de las fronteras terrestres y morales de Norteamérica, pero si fue el primero en ponerlo en el mapa de los productores Hollywoodenses. Tanto fue asi que para su siguiente proyecto tenia pensando explorar otro genero, el cine negro, pero los productores le obligaron a realizar otro western y así nació “Agachate Maldito” protagonizado por James Coburn y Rod Steiger. Finalmente Leone puede cumplir su sueño y rodar una colosal producción Italo-Americana protagonizada por un experto en mafias: Robert De Niro y uno de los personajes más subvalorados de Hollywood, James Woods.


La película cuenta la historia de cuatro niños que desde pequeños se dedican a oficios pocos nobles, como robar y estafar, pero no tienen la astucia que demuestra el joven Max (Woods), quien pronto se convierte en el mejor amigo de Noodles (De Niro). Ambos emprenden negocios y consiguen subir en la escala de la sociedad criminal. La motivación de Noodles es conquistar a la hermosa Deborah (Jennifer Connelly) quien pretende ser bailarina y actriz, y tiene todo un brillante futuro para conseguirlo. Todo lo contrario a Noodles que es un don nadie. Pero eso esta por cambiar.

La joven Deborah

Durante una riña con el antiguo patrón de la joven banda, en la que los persigue por la calle, el joven Noodles ve como asesinan a uno de sus mas queridos amigos, tomando la justicia por sus manos y asesinando al criminal y a un policía. Siendo destinado a pasar varios años a la cárcel. Todo mal por ahora.


Gracias a su habilidad con los negocios y un innato sentido de supervivencia, Max consigue buenos trabajos y por ende, Noodles cuando sale de la cárcel se entera de esto y todo es risa, brindis y alegrías, pese a estar en periodo de Ley Seca. Para sobrevivir cometen varios robos y demases crímenes, comienzan a meterse con políticos y sindicalistas, algunos más honestos que otros. Sergio Leone era un maestro en los planos amplios y sostenidos, dedicado a mostrar las reacciones de los personajes y su emoción externa hasta alcanzar el nivel interno.
 
La banda sonora a cargo como siempre del amigo de Sergio,  Ennio Morricone, es quizás la mejor que haya desarrollado el gran músico para una película. Además de las notables escenas súper violentas que tiene y una dosis justas de comedia. Por otro lado, en términos de montaje es un experimento terriblemente interesante, con muchos flashbacks y encadenados, haciendo la narración mucho más interesante que si fuera un montaje lineal.

Mi escena favorita es quizás el final, el cual no contare, pero que mencionare como una demostración de la amistad perdida, un ejemplo de la traición mas descarnada. ¿Cómo alguien puede quitarle todo a su mejor amigo? ¿Cómo no vengarse? ¿Cómo es que la cámara se mantiene semi-subjetiva en aquellos lentos detalles de la escena, en Woods levantando el viejo reloj y diciendo “son las 10:25, y ya no tengo nada que perder”. Una forma de decirle a Noodles que aun era su amigo, y que recordaba aquellos juegos que tenían de niños.
   
 Leone nunca perdió su gusto por los primeros planos

Otra notable escena, es cuando Noodles, convertido en todo un capo de la mafia y con un alto poder adquisitivo, lleva a Deborah, a comer a un fino restaurant reservado para ellos y con músicos exclusivamente para los dos. Ella se impresiona, y lo disfruta. Pero cuando Noodles intenta cobrar su recompensa besándola, ella se resiste lo que despierta el lado animal y básico del protagonista, violándola en los asientos traseros de la limosina.




¿Cómo termina Érase una vez en América? Con una gran sonrisa. 



¿Qué tienen en común “Las puertas del Cielo” “Novecento” y “Érase una vez en América”? Veamos: 2 de 3 fueron dirigidas por un italiano. 2 de 3 tienen la banda sonora de Ennio Morricone. En las puertas del cielo, se habla de la América del Oeste y de un periodo que la historia oficial prefiere olvidar por vergüenza, en Érase una vez…se habla de una América violenta, marginal y criminal. Además, Sergio Leone fue el que impulso la carrera de Clint Eastwood, a su vez, Clint impulso la carrera de Michael Cimino, quien a su vez dirigió “The Deer Hunter”, película que le dio bandera blanca para dirigir Las puertas del cielo, que como en Érase una vez…y Novecento el protagonista es Robert De Niro y que, curiosamente en las tres películas mencionadas sufre por una amistad perdida o que los vaivenes del destino –en el caso de Novecento son sociopolíticos- los lleva por otro camino. Érase una vez en América fue una decepción económica, y una decepción moral para Sergio Leone ya que los distribuidores norteamericanos recortaron el montaje y la duración, de durar 3 horas y 40 minutos, la dejaron en 2 horas 20. Por esta razón Sergio no volvería a dirigir. En el caso de “Las puertas del Cielo”, el enorme gasto de producción llevo a la quiebra a la productora “United Artist” y Cimino no volvería a dirigir una película importante en muchos años, su castigo permanece hasta el día de hoy. Novecento también fue un gran fracaso comercial. ¿Qué mas? En Érase una vez… y en Novecento, seguimos por un largo lapso de varios años la evolución de nuestros protagonistas, sin dejar de lado el espacio físico donde se desarrollan. Y finalmente, y es lo mas obvio, las tres son muy largas.

¿Qué tienen en común entonces? Muchas cosas. ¿A quien le importa? Probablemente a nadie, pero me pareció un punto interesante de aclarar mediante este escrito.

El maestro en el rodaje

Leí hace poco que los descendientes de Sergio Leone en marzo de este año declararon que montarían la versión integra de la película “Érase una vez en América”, según los designios de Leone que duraba 4 horas y 30 minutos. Estrenando esta versión en el festival de Cannes 2012. Excelente.     

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