domingo, 27 de diciembre de 2015

The Rum Diary


Conocida o mal traducida en español como Diario de un seductor, la película protagonizada por Johnny Deep es una adaptación de la novela homónima de Hunter S. Thompson, que, lamentablemente nunca parece despegar y por lo tanto no va hacia ningún lado.

La película comienza con un aeroplano sobrevolando el océano en lo que parece ser pleno verano, al ritmo de una música relajada para luego cortar rápidamente a nuestro protagonista, llamado Paul Kemp. Kemp abre los ojos y los tienes inyectados en sangre y también manchas de lo que podría ser sangre o lápiz labial corrido por su boca. Vemos que está en un hotel en Puerto Rico y hay un montón de basura y botellas tiradas en el suelo. Quien esté familiarizado con "Pánico y Locura en las Vegas" sentirá como yo que están preparándonos para algo tan impactante visualmente como aquella demencia exquisita de película. Nada más equivocado. La película constantemente nos hace creer que va hacia algún lugar, que nos prepara para chocarnos con sus imágenes, sus ingeniosas vueltas de tuerca o los conflictos de nuestro alcohólico protagonista. Pero mientras más avanza la historia, más cosas van quedando en el camino, y difícilmente algo de lo que ocurre nos importa, ya que como está construido el relato, tampoco parecen importarle a nuestros protagonistas. Con excepción del personaje interpretado por Aaron Eckart quien es una especie de consultor millonario y cuya mujer parece ser una super modelo altamente sexual. Pero lo cierto es que esto tampoco está bien desarrollado, y aunque es uno de los pocos cabos que no quedan sueltos, su importancia no es demasiada.

Más que construirse a través de un orden lógico, las escenas van pasando como viñetas, una forma muy literaria de narración y que podría resultar más interesante, pero lamentablemente la puesta en escena (decorados, fotografía y sonido) es tan convencional y correcta que no logra sorprendernos ni proponernos algo más interesante a lo que aferrarnos como espectadores. Por lo tanto se hace lento y pesado de observar. Algunos momentos pareciera que se van a lograr cosas desde el punto de vista visual y hay muchos planos bien logrados, pero en la mecha se acaba rápido y volvemos a lo mismo. Hay una escena por ejemplo en que los protagonistas consumen una droga por los ojos y Kemp comienza a ver la lengua de su amigo como la de un reptil. Nuevamente creo que voy a ver algo parecido a Pánico y Locura... pero no. Todo queda ahí y ese efecto visual que estaba bien logrado y era gracioso es desechado por seguir una trama a la cual nunca prestamos demasiada atención.

Lamentablemente no he leído el libro, pero de seguro es mucho más interesante desde un punto de vista narrativo y visual que esta adaptación.

A lo mejor veré esta pelicula en el futuro y encontraré mejores cosas en ella, pero me parece poco probable.