domingo, 24 de julio de 2011

Last Action Hero

Hace tiempo que no escribía nada. Pensando en buscar algo de que hablar y no solamente limitarme a un análisis de un film cualquiera. Una película en particular estuve revisándola con un colega hace unos días y dije “escribiré sobre ella”. Tuve que verla de nuevo, y este es el resultado:

Se llama “El ultimo gran héroe”. Protagonizada por Arnold Schwarzenegger. Dirigida por el hombre que llevo a la pantalla grande “Depredador”, “Duro de Matar”, “La caza del Octubre Rojo”, (entre otras con mas o menos éxito) John McTiernan. Lamentablemente “El último gran héroe” o “El último héroe de acción”, es una de esas películas que no tuvo éxito en la taquilla, siendo destacada entre los grandes fracasos comerciales. ¿La razón? Simplemente por haberse estrenado tras “Parque Jurasico”. No había espacio para films “experimentales” y de alto contenido irónico como este.



El último…es una joya disfrutable para los más cinéfilos, esta llena de referencias al cine de todos los tiempos. Lógicamente con una simple predilección por Hollywood. Parece que a los actores les gusta reírse de ellos mismos y de la industria. Bergman, Bogart, Marilyn Monroe, “Dirty Harry”, Hanibal Lecter, “Único testigo”, “Amadeus”, “Terminator”, “Nightmare on the Elm Street”, todas las películas de policías, de acción, buddy films entre decenas de otras referencias que pueden verse y otras que yo no he notado. En ese sentido, la película es un gran tributo a lo que se ha hecho, cubierta con el caramelo de una comedia que se ríe de los clichés del cine de acción.
Un gran fracaso del año 93

El protagonista (Danny) es un joven que disfruta del cine, falta a la escuela para ir a visitar a su amigo Nick, un anciano que mantiene un gran cine ahora en decadencia. Esto nos remite al clásico film “Cinema Paradiso”. Aquí ya vemos como la película adquiere un toque profético sobretodo para estos tiempos. La caída del imperio cinematográfico, por el video, la piratería y ahora el internet, en estos tiempos no es mas que un hecho, y los vagos intentos por despertar el interés del publico mas básico esta en el 3D moderno. Luego, el protagonista, gracias a un ticket dorado dejado hace años por el mago Houdini, ingresa a la película que estaba siendo proyectada “Jack Slater 3”.

¿Lo anterior nos suena familiar? Probablemente la mejor referencia sea “La rosa púrpura del Cairo”, del maestro Woody Allen. El mundo de ficción es una cosa que creamos y creemos controlar, sin saber lo que en realidad ocurre con nuestros personajes. Les damos vida, creencias, decisiones o los matamos. Como dijo Clint Eastwood en “Cazador blanco corazón negro” –somos pequeños dioses-   

Uno de los villanos del film interpretado por Charles Dance (un tipo con un gran carisma y que odia a su jefe, el mafioso italiano interpretado por Anthony Quinn que siempre se equivoca en los dichos populares), recoge el ticket dorado y cruza la pantalla hacia el mundo real. La ironía adquiere más importancia ahora, ya que en las calles de Nueva York, nadie se horroriza ante los asaltos, los asesinatos y la prostitución de menores. En una escena cuando Jack Slater se da cuenta que es un personaje de ficción, Nick le dice “hay cosas peores que las películas, están los políticos, el crimen, las guerras, los políticos…Los políticos son el doble de malos.” La realidad supera la ficción, y los malos de ficción rápidamente lo descubren.

El gran villano de turno

Finalmente y gracias a la ayuda de Danny el villano es derrotado, pero Jack, herido de muerte en el mundo real debe volver pronto al celuloide para que en ese mundo la herida sea solo un rasguño superficial.


La trama importa poco, lo fantástico esta ahí, presente y a la vez oculto, la magia del cine, representada en un boleto. Creo que esta película me hace sentir una nostalgia tremenda, pero dejando un sabor de alegría como cuando se ve a una persona querida por la calle, se le saluda, se intercambian palabras de felicidad y luego se despide.

Ojo ademas con la banda sonora.

Creo que la historia pondrá esta película en su lugar, yo mismo la recomendare cada vez que pueda, para doblar la mano al destino del olvido.