viernes, 16 de diciembre de 2016

Sully (2016)



Acabo de terminar de ver Sully (esto comencé a escribirlo de inmediato luego de ver la película, pero hace una semana) la ultima película dirigida por Clint Eastwood. Una película honesta, con buenos actores, buenos diálogos y una excelente fotografía. Sully es una película que devuelve la confianza en el cine del viejo Clint.

Quienes me conocen saben que he visto todas las películas dirigidas por Clint, y soy un admirador de su cine. Sin embargo, como cualquier ser humano, hay puntos bajos y puntos más bajos. Hace algunos años sus películas acarreaban problemas, no había consenso entre la critica y el público, sus historias se perdían en grandilocuencias o en su estilo de dirección-producción que muchas veces restaba más que sumaba. Vi J. Edgar y la disfruté aunque sabía que habían muchas cosas malas. También vi The Jersey Boys y lo cierto es que casi no la recuerdo, excepto algunos diálogos, más cercanos al final. Pero ahora con Sully ha vuelto a ponerse en primera fila, con una historia sencilla, real pero bien adaptada a un formato de manipulación como es el cine. Esta vendría siendo la novena película de Clint basada en hechos reales, o algo así, en una filmografía de más de 30 películas. También vendría siendo la tercera película en hablar de pilotos, eso incluye Firefox y Space Cowboys.

Pero bueno, hagamos las cosas bien, ¿de qué se trata la película? El capitán Chesley Sullenberger está piloteando su avión de lo más bien hasta que un ataque de aves (gansos según dicen por ahí) causa una avería importante en sus dos motores, por lo cual no le queda mas remedio que aterrizar en el rio Hudson, en medio de la ciudad de Nueva York. Pero, esta situación que es considerada un milagro por la prensa y por quienes vivieron el incidente (los tripulantes del avión) no parece convencer a la agencia de seguridad de transporte, quienes van con todo contra Sully y el copiloto interpretado de forma correcta por Aaron Eckhart. ¿Fue la mejor decisión descender en el rio? ¿De verdad no hubo manera de llegar hasta las pistas de los otros aeropuertos?

Todas estas preguntas se van repitiendo en la cinta de distintas maneras  y los espectadores pueden quedarse con distintas versiones hasta que, al final, solo una versión se muestre como la correcta, pues no se puede manipular lo evidente. El capitán Sully se encargó de asegurarse que ningún pasajero se le quedará atrás, pues si una sola persona fallecía en esta operación, todo se iría a las pailas, como decimos en Chile. Así fueron los hechos y la película se encarga de recrear muy bien la situación. Es difícil dramatizar la  realidad de algo que pasó hace muchos años, pero en este caso, la historia es tan fresca y los personajes están tan vivos, que es aún más complejo suponiendo que se busca hacerles cierta justicia. El guion está basado en el libro escrito por el piloto Chesley Sullenberger y esto ocurrió hace apenas 7 años, por lo cual es aún más complejo responder a la realidad, tanto del piloto como del contexto. El año 2001 dos aviones se estrellaron contra las torres gemelas, levantando una nueva era de caos y terror. Lo que viene a continuación no tiene nada que ver con eso, el Capitan Sully es un hombre casado, un buen ciudadano y además responsable. Su situación es digna de muchas películas de Eastwood y a la vez de ninguna. ¿Por qué digo esto? Pues porque a diferencia de Walt Kowalski, del mayor Mitchell Gant (el traumatizado piloto de jets de combate de la película Firefox) del sargento Tom Highway, incluso de Mandela en su versión fílmica (quien entendemos tiene problemas familiares importantes) El capitán Sully es un hombre que solo quiere hacer bien su trabajo, sin hacer daño a nadie en particular en el camino, sin ser un misántropo ni un golpeado por la vida.

Clint Eastwood no escribe los guiones de sus películas, a lo más reescribe o agrega algunas escenas sin pedir el crédito por ello. Lo cierto es que es un artesano responsable de los guiones que le entregan, no haciendo mayores cambios, no improvisando demasiado aunque tampoco sobrecargando de ideología sus encuadres, las actuaciones de sus actores, prefiriendo siempre las primeras tomas, actuando con el instinto y la economía de medios para, año a año producir una nueva película. Lo que si hace Clint Eastwood desde hace algunos años, es elegir el mismo las historias que quiere contar, leer y escoger los guiones que más le agradan, en este caso, tiene sentido ver American Sniper y Sully como las dos caras de un país poderoso, implacable, pero también con sus héroes del día a día, personas que no esperaban el reconocimiento ni lo buscaban, pero allí están, destacándose en lo que hacen bien.



Sully es una película bien filmada, que se aleja un poco de los clásicos y extremos claroscuros de la fotografía de las películas de Clint. Tom Stern, el director de fotografía, logra impresionar con sus planos contemplativos, de hecho cuando comienza la película y el protagonista tiene una terrible pesadilla, este despierta y se levanta de la cama, iluminándose solo los ojos, en un estado febril. También las escenas del accidente logran poner los pelos de punta por su realismo, y es que cualquier disturbio en una avión es inmediatamente señal de peligro, más aun un aterrizaje forzoso en medio del agua.




Una de las mejores películas que he visto en el último tiempo y una que al fin devuelve cierta dignidad a la filmografía de Eastwood, a pesar de que muchos alabaron la realización de American Sniper, es una película que no me pareció tan impactante aunque tuviera sus momentos. Sully por otro lado, la volvería a ver, pronto.

martes, 1 de noviembre de 2016

Sausage Party (2016)



Fiesta de salchichas ¿Qué puedes esperar de una película con ese título y una imagen promocional de una salchicha dibujada estilo Pixar pero en posición de pene erecto? Si a lo anterior agregamos que parte del equipo son los actores actor Seth Rogen, James Franco, Edward Norton, Johan Hill, Kristen Wiig, Paul Rudd, Salma Hayek y Michael Cera, pues esperamos una comedia burda y sostenidas en los diálogos a los que nos tienen acostumbrados. Pero no, esta película es buena de verdad, tiene material y aprovecha su formato animado para llevar a todos los extremos las perversiones y fantasías visuales de sus creadores.

La película comienza con una secuencia musical interpretada por todos los productos de un supermercado y sus diferentes pasillos. La música al más puro estilo Disney no es solo un efecto cómico, el compositor es el mismísimo Alan Menken. Los protagonistas son dos salchichas de un mismo paquete, y el interés amoroso de una de las salchichas, un pan de mesa o pan de hot dogs, como quieran llamarle con la voz de Kristen Wiig. Como es lógico suponer las salchichas y los panes nacieron para estar juntos, y ahí se despliegan no uno ni dos, más bien una cantidad enorme de chistes sexuales, puesto que las salchichas lo único que quieren es entrar en esos panes y viceversa.
Los productos de supermercado viven para ser llevados por los Dioses hasta más allá de las puertas del recinto donde creen se encuentra el paraíso y donde nada malo jamás les ocurrirá. Pero una mostaza con miel es devuelta por su comprador, volviendo a ser puesta en su repisa, pero ahora está traumatizada por las cosas horribles que vio en el mundo, nada más que la verdad, todos van a morir. Pero los demás no le creen y mañana es 4 de Julio, fecha en que los americanos hacen barbacoas y compran salchichas. Así que por fin nuestros amigos son llevados todos juntos en un mismo carro, conducido por una mujer que también necesita una limpieza vaginal por lo que lleva la ultima ducha vaginal de la tienda. La ducha está muy emocionada por entrar en la vagina de la mujer y limpiarla. La mujer también agarra la mostaza, quien intenta suicidarse pero entonces nuestro protagonista salchicha le agarra de un pie para evitar que caiga al suelo de la tienda, quedando suspendidos, hasta que otro comprador chocha por accidente el carro de la mujer haciendo que se caigan muchos productos, frutas y demás al suelo. La escena parece un campo de batalla, frutas aplastadas, ciegas, bolsas reventadas por la mitad intentando cerrarse y meter su contenido dentro. Humor negro, buen uso de la animación para convertir algo simple en brillante. Uno de los perjudicados es la ducha, quien culpa a la salchicha por el accidente, pero es barrido por el administrador del supermercado y tirado a la basura. Sobrevive y sellando su herida con una etiqueta decide ir en busca de la salchicha.
Nuestro protagonista hace eco de las palabras de la mostaza con miel y quiere saber la verdad de lo que ocurre una vez que los dioses les llevan del supermercado. Para eso debe hablar con los alimentos no perecibles, quienes han visto y saben la verdad.


Eso es solo un resumen bastante escueto de lo que va ocurriendo en la primera media hora o poco más. Los chistes abundan, el doble sentido también, la animación está muy bien lograda haciendo que disfrutemos cada plano. Luego van ocurriendo muchas más cosas, tan absurdas como  creativas, inteligentes, raras y sin sentido. Pues es una tontería de concepto, las salchichas tienen manos con guantes como el ratón de Disney. Es una gran broma de ochenta minutos, pero dentro de sí contiene una serie de cuestiones importantes ¿Cuál es nuestro fin? ¿Qué hacemos con nuestras vidas? La película habla de forma superficial pero graciosa del racismo, la religión, el nacionalismo, la sexualidad, el uso de drogas (el cual está muy presente tanto por su uso en pantalla como el que de seguro usaron para crear la historia) el bullying, todos temas manidos y más propios de un telefilm. Pero la creatividad con la que se explora estos temas a través de estos personajes en un mundo imposible, es lo que nos atrae y en lo personal me hizo disfrutar tanto de este viaje que viven todos nuestros personajes.



Algunas de las escenas más notables son las de las masacres, cosas que hacemos todos los días como pelar una papa, abrir un paquete de papas fritas, son convertidas en una carnicería, acabando de maneras horribles con la vida de un supuesto ser vivo. Otro gran momento es cuando una de las salchichas camina por la calle y se encuentra con un pedazo de excremento y piensa que es otra salchicha, apareciendo unos choclos zombies y luego un condón usado con trauma por el uso que le han dado.

La película no escapa a las referencias de la cultura pop, pero en general están bien aplicadas y funcionan de forma correcta, sin restarle puntos a lo que ocurre por usar un chiste barato, hay uno de Terminator que no sé si me convence tanto. La película contiene escenas casi pornográficas, pero no pueden serlo ya que son cosas, antropomorfas pero cosas al fin y de esa manera podemos disfrutar con todo el salvajismo de la pantalla.




Fiesta de salchichas, es una gran película, tanto como comedia como una revisión a los grandes temas de siempre, al cuestionamiento de nuestra forma de vivir, nuestras creencias y en como intentamos imponerlas al resto, en que nadie tiene la verdad de la vida o al menos existen muchas verdades que son parte de un todo y es inútil buscar imponerlas a los demás. Es un mundo colorido, divertido y con alto valor de repetición pues volvería a verla una y otra vez. 

lunes, 17 de octubre de 2016

Ghostbusters (2016)



Cazafantasmas… Así se llama la película estrenada este 2016, un remake o como quieran llamarle a otra película “clásica” estrenada en 1984. Esta película causo bastante controversia, no por su contenido, no por el tema que trata, no por los problemas en la producción, más bien por la disputa entre algunos de los fans de la original y la productora, aparentemente por el hecho de que ahora los cazafantasmas eran mujeres. Pero no voy hablar de ese tema, no tiene sentido, pueden hacer lo que quieran con el concepto, siempre ha sido así, lo que venimos a ver (al menos la mayoría de personas que utilizamos el cerebro) es una película para entretenernos. Pues ese es el problema principal, la película es bastante aburrida.

 Los Cazafantasmas originales estaban interpretados por Bill Murray, Harold Ramis, Dan Aykroyd y Ernie Hudson, el éxito de esta película en Estados Unidos es parte fundacional de la cultura americana de los años 80s, de la cultura más ñoña. Me encanta decir eso. Siempre he creído que Las Tortugas Ninja, Volver al Futuro y Los Cazafantasmas son un triangulo virtuoso de películas hechas para entretener, para hacer sentir bien, pero por sobretodo, bien realizadas. Sería complejo entrar hablar de cada una de ellas y sus secuelas, este espacio además no es para eso, aquí vengo hablar de una película que si bien comienza con buenas ideas, muy pronto va decayendo en una espiral de chistes aburridos, escenas sin sentido y  personajes que si bien lo intentan con todas sus ganas no son tan carismáticos ni tan interesantes.



¿De qué se trata la película? La protagonista, cuyo nombre ya se me olvido apenas al segundo día, es una respetada científica que busca ser promovida en la universidad donde lleva varios años trabajando, besando traseros y haciendo lobby. Pero no siempre fue así, ya que mientras era una estudiante, escribió junto a una amiga un libro sobre los fantasmas y el mundo paranormal. Mientras escribo esto, siento el sopor del aburrimiento, porque en verdad el argumento es tan poco interesante que da pereza resumirlo. Porque está película no es mala, ni mucho menos es buena, es mediocre y su mediocridad está patente en su factura, en la falta de riesgos, en los chistes sacados de Saturday Night Live o de otras comedias para adultos, con el fin, supongo, que los mismos no se aburran cuando lleven a sus críos al cine. Es una película que se pasa de la raya en los homenajes, en la dependencia de la original y eso es fatal. Pues debo confesar que si bien me gustan los cazafantasmas y me parece que la química de los actores originales era más orgánica, tampoco creo que sea una GRAN película, por lo mismo, si puedo juzgar este remake de una manera justa, pero si su película se basa en generar nostalgia en todos los ñoños que recuerdan la original, estamos mal. No hay riesgo, no hay gran comedia, no hay nada más que un grupo de actrices que de verdad se esfuerzan, son buenas en lo que hacen y se nota, pero están amarradas a una serie de clichés y un argumento flojo.

Quiero destacar el hecho de que la actriz Leslie Jones hace un papel de negra muy estereotípico, que vendría hacer el papel que hizo Ernie Hudson en la original –en este remake Ernie Hudson hace un cameo como el tío de ella- pero sin el estilo de Hudson, lo cual es bastante lamentable. Ella más parece una caricatura de una negra neoyorkina, cuando Hudson era un negro neoyorkino pero sin los clichés verbales bastante baratos. Por otro lado la actriz Kristen Wigg tiene humor, de eso no hay duda, pero todo lo que hacen parece forzado. Eso sí, me dio mucha risa el momento en que se encuentran con el primer fantasma y ella se vuelve loca contándolo a la cámara para luego ser vista por todos sus colegas de universidad, de donde obviamente la despiden. Se podría decir que es un atisbo de comedia visual, pero uno de los pocos.



Hablando de los cameos, la película tiene cameos de todo el casting original excepto de Harold Ramis, que está muerto y de Rick Moranis quien no quiso participar. La verdad es que los cameos nunca encuentran mayor razón de existir, son forzados y en el caso de Bill Murray su papel que es un poco más grande que el de los demás es peor. Sigourney Weaver aparece cuando ya comenzaron los créditos. Andy Garcia interpreta al alcalde y es un completo desperdicio, nada gracioso, nada sustancial, solo relleno y cumplir con una estructura similar al material original, en donde, el alcalde de Nueva York si era gracioso.

Otra de las pruebas de que esta película es un desastre, es la constante y aburrida y explicación de los artilugios para capturar fantasmas. Hay demasiados momentos sobre las máquinas, los juguetes y es bastante aburrido, en especial cuando por fin los vemos funcionar solo al final, solo una vez, en un clímax bastante plano porque ya sabemos cómo va terminar este metraje de dos horas al que le sobraban por lo menos 40 minutos.


Cazafantasmas (2016) adolece de lo que muchas películas de esta época. Tiene buenos efectos especiales, buenos actores, buena técnica en general, pero el guion es tan estructurado, y sus personajes tan olvidables que todo eso palidece. A su favor, las actuaciones de verdad son buenas dentro de lo que los personajes permiten, tiene un par de escenas y momentos destacables, incluso
algunas cosas de la trama con otra visión hubieran resultado mucho mejor, el villano es aburrido cuando podrían haberle sacado más partido, parece que no tenían suficiente tiempo en pantalla con las otras cuatro protagonistas para darle algo de importancia a un villano que esta vez pertenece a la tierra –recordemos que en la original son fantasmas antiguos-. Pero es lo que es, una película infantil que tal vez se convierta en un clásico para las nuevas generaciones, ¿será? No lo sé, si era esa la idea, no entiendo el afán de hacer tanto homenaje innecesario a su antecesora. 

miércoles, 5 de octubre de 2016

Stranger than Fiction (2006)



Cada cierto tiempo dejo de ver películas por más o menos largos periodos. Dejo de leer libros. Dejo de escuchar nueva música. Son periodos en los que pasan cosas o nada pasa y lo único que en verdad pasa, es el tiempo. La película Stranger Than Fiction habla de muchas cosas, entre ellas del tiempo. Stranger Than Fiction es del 2006 y yo recién la veo ahora 10 años después, me sorprende, porque es una película que tiene varios elementos que me apasionan.

La historia comienza con la voz en off de una mujer (Emma Thompson) describiendo la rutina de un trabajador (Will Ferrell) de la reserva norteamericana (SII para los chilenos) el cual es obsesivo por los números y por fijarse con lujo de detalle en todos los elementos que le rodean, contándolos y
organizándolos en su mente. Un burócrata perfecto. Que sabe cuantos pasos van desde su departamento hasta la parada del autobús y la hora exacta en la que pasa cada transporte. ¿Pero de quien es la voz de la mujer que va narrando esta historia? Emma Thompson interpreta a una escritora de novelas enfrascada en la historia de Harold Crick, el personaje interpretado por Will Ferrell, quien mientras se lava los dientes como todas las mañanas y cuenta las veces que se cepilla hacia abajo y
luego hacia arriba, comienza a escuchar la voz de la mujer, a sentir que describe cada cosa que él hace, cada pensamiento que tiene, en definitiva se da cuenta que puede estar loco. Va donde una psiquiatra que le dice que padece esquizofrenia, pero Crick se niega a creer que sea locura o un desorden mental, por lo que acude a un académico experto en literatura (Dustin Hoffman), quien al principio también cree que Crick está loco, hasta que se da cuenta que la voz habla de forma muy literaria, utilizando la expresión “Poco sabía el” Frase que de seguro solo se ocupa en la ficción literaria.  Por lo tanto le dice que vuelva pronto para seguir determinando más cosas de esta historia en la que parece estar sumergido.

De forma paralela vemos a Karen Eiffel la escritora de la novela sobre Harold Crick, una mujer solitaria, que se pasa horas mirando distintos puntos de la ciudad, buscando que cosas horribles ocurran, choque o accidentes, todo esto con el fin de encontrar la forma perfecta de terminar la historia de Brick, matándolo en la ficción. En este punto en que ya comprendemos de que va la película, no puedo evitar pensar en “Niebla” de Miguel de Unamuno, aunque desconozco si fue parte de las influencias del guionista Zach Helm, hay una tensión similar entre los deseos del protagonista y los de una mujer. Harold Crick tiene que hacer una auditoria a la señorita Ana Pascal (Maggie Gyllenhaal), una panadera con tendencias anarquistas, por no pagar el 100% de sus impuestos. Pues bien, el se comienza a interesar en ella pero al principio todo va saliendo bastante mal, considerando que tal vez está inmerso en una tragedia y no en una comedia, los dos grandes géneros del drama según le explicó el académico interpretado por Hoffman.


La película es un juego, no es una respuesta, son varias preguntas, es un viaje de exploración hacia los misterios de la narrativa tanto del cine como de la literatura. Quizás por eso sea tan efectiva. Es tambien una continuación a la eterna cuestión de ¿vale más la vida que una obra de arte? Hace tiempo Daniel Tubau hablaba sobre eso en la película de Woody Allen “Balas sobre Broadway”, aquí en cierta forma la escritora se ve obligada a enfrentarse a su personaje, puesto que esté existe y ella lo único que quiere es matarlo para poder terminar su obra maestra, su novela por la cual será recordada.

La puesta en escena es notable, tiene frescura, un estilo calmado pero lúdico, con efectos visuales que se conjugan muy bien con la narración (las descripciones sobre la pantalla, los números que aparecen cuando Brick va contando) y cierta sobriedad en la paleta de colores que va muy bien con este mundo sombrío en el que se mueven sus dos principales protagonistas. Por otro lado, los colores, el desorden, los tatuajes de Ana Pascal tienen la vitalidad que le hace falta al protagonista, las ganas de estar sentado en el sillón, viendo la televisión, disfrutando estar vivo, una lección muy importante para alguien que se pasaba contando los segundos para salir de su casa en dirección al trabajo todos los días.



Hay escenas muy buenas, una de ellas es cuando Harold Crick decide seguir uno de sus sueños de toda la vida y va hasta una tienda de guitarras, un lugar enorme con muchas guitarras de todos los tipos. La voz de la escritora Karen Eiffel va describiendo de forma perfecta y sincrónica lo que vemos y sentimos al ver todas esas guitarras.

Las actuaciones están todas muy buenas. Son todos grandes actores y supongo que la sorpresa de la epoca fue Will Ferrer, haciendo un papel mucho pero mucho más contenido que lo que acostumbra. Lo mismo podria decir de Queen Latifah, la cual interpreta a una asistente de escritores que debe ayudar a Eiffel a terminar su novela, con buenos diálogos y buenas escenas, cualquier buen actor puede trabajar bien.




Stranger tan Fiction, es una gran película, que vale la pena ver más de una vez. Pronto volveré hacerlo, tiene detalles, tiene elementos, tiene juego y tiene situaciones cruzadas que se van armando desde un principio de forma ajena a la trama, para luego adquirir completo sentido. Ojo con el clímax. Poco sabía yo, de la película que me estuve perdiendo todo este tiempo.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Imperium (2016)



Mientras me tomó un café voy recordando las escenas de Imperium, película dirigida y escrita por Daniel Ragussis, que con esta pieza audiovisual de hora y media realiza su primer largometraje. Imperium cuenta la historia de Daniel Radcliffe como el muy ñoño agente del FBI Nate Foster (Buen nombre) quien recibe bully constante de sus colegas agentes pero tiene un don para hablar con la gente y encontrar la verdad en ellos. Nate Foster no tiene mucho que hacer como agente así que una mujer con un cargo superior dentro del FBI (Toni Collette) le da una misión: infiltrarse en las redes del neonazismo norteamericano.


Los nazis, uno de los temas favoritos del cine gringo y del escritor Roberto Bolaño. Es gracioso el nivel de fetichismo que alcanzan los gringos al usar toda esa parafernalia, tanto los skinhead como los que usan uniformes del partido nazi alemán de los años 30. En fin, la película entonces comienza a mostrarle al protagonista y a nosotros información relativa a los dichos movimientos y grupos, su nivel de alcance empresarial y político. La jefa de Nate cree que están planeando algo relacionado a una bomba sucia. Es decir una bomba con productos radioactivos que hace mucho daño. Nate Foster se hace pasar por un veterano que vuelve de Iraq y que tiene acceso a productos químicos. Con esa tapadera ingresa a un grupo de skinhead, cuyo “líder” es cercano a un agitador nacionalista y extremista blanco que tiene un show por internet y hace charlas. Por supuesto que cae bien dentro del grupo y se gana la confianza suficiente para que le presenten a este agitador de extrema derecha.
Imperium no es una película demasiado original. Este tema ya lo hemos visto antes y recuerdo una película española de televisión llamada “Diario de un skin” en donde un periodista se infiltraba en una banda skinhead neonazi y comprobaba el poder que estas redes tienen. Sin embargo, en donde en “Diario de un skin” el abuso de lugares comunes y de personajes de carton abundaba, aquí el guion y la puesta en escena es mucho más realista y describe bastante bien las diferentes corrientes del neonazismo, White power, skinhead, entre otros de la misma calaña y que tienen sus diferencias tanto éticas (¿?) como estéticas.



También el argumento, la historia digamos, triunfa en un punto de giro que da pie al tercer acto, fue una buena salida y por un momento pensé que la película se iba a defender en ese terreno, un mundo más realista y con la derrota, la paranoia de las fuerzas de seguridad. Pero el final es el final predecible de Hollywood. Con eso, no deja de ser una historia correcta, bien contada y sin demasiadas pretensiones. Se nota en su puesta en escena, digna dentro de lo que parece un presupuesto acotado. El personaje de Radcliffe es conocido, igual que los demás estereotipos del FBI de los cuales nunca sabemos mucho ya esta película está en su 90% hablando de los malos, los cuales tampoco llega a profundizar demasiado ya que todo lo que va ocurriendo son acciones superficiales, pero está bien porque no es una reflexión sobre el mal y su origen, es una película para entretener y dar algo de suspenso. Si se queda con uno de los personajes, uno de los más brutos de la banda skinhead y que sirve para reafirmar un punto psicológico dentro de estas células neonazis.

Destacar algunos diálogos y el montaje. Hay conversaciones honestas entre Foster y su superior, en donde conocemos un poco más de su vida anterior y el porqué hacen lo que hacen. También en la construcción de escenas se nota un estilo particular por mostrar los ligeros cambios de mirada de los personajes, algunos de los cuales funcionan muy bien y son capaces de llevar a nuestro protagonista por lugares interesantes y además tensos.





Imperium entonces es una película que camina por un terreno seguro, con una que otra vuelta interesante pero en general es lo que podemos esperar de una buena película para pasar el rato sin necesidad de darle más vueltas. ¿Podía ser mejor? Si. ¿La recomiendo? Si. 

PD: Que no se diga que no trato de estar al día con algunas películas jeje

miércoles, 31 de agosto de 2016

Joy (2015)



“Joy” cuenta una historia real. Al menos eso dice, y en cierta forma (¿en la medida de lo posible?) cumple con contarnos la historia de una mujer que logró darle una vuelta al destino trágico que la acompañó durante varios años de su vida. No me voy a detener en este punto de lo que es real y lo que es ficción por dos razones: No conozco la historia de Joy Mangano –aunque muchos de sus productos aun deben aparecer por canales de compras por TV-  y tampoco le suma o resta a las cualidades de una película que no presenta las características más evidentes de un film biográfico y que por otro lado, se deja llevar por un canal de formulas probadas.


La película nos introduce a través de un narrador en off en la vida de Joy, una pequeña con mucha imaginación y la capacidad de inventar cosas. Su abuela es la narradora y por una extraña razón cree que Joy está destinada a lograr cosas grandes en la vida, a pesar de que cuando pasan los años, Joy ya es una joven madre de dos hijos y no ha logrado nada bueno, viviendo encerrada junto a una familia mediocre, disfuncional hasta el punto en que sentimos vergüenza por estos personajes, en especial el protagonizado por Robert De Niro.

Sin embargo Joy tiene una nueva idea para ganar dinero con un invento: un limpiador de piso con cabeza giratoria y removible, con tanto algodón que es capaz de absorber toda el agua de un baño o cocina.  Con esa idea en la cabeza, comienza la aventura de conseguir el dinero, producir los limpiadores y venderlos. Y ahí vienen los inevitables problemas que debe sobrellevar una emprendedora.

Una de las cosas que tiene el director David O. Russell es el uso de cámara en mano y en constante movimiento para dar una sensación de realidad que, en opinión de este ser humano, hace rato dejó de cumplir tal objetivo. Dejando aparte ese truco y solo analizando la cosa estética, la película funciona bastante bien. El montaje funciona. Todo en mi visionado funcionó desde el punto de vista técnico, lo menos que se puede esperar de una película como esta. La película The Fighter y Silver Lining Playbook tambien cuentan la historia de familias disfuncionales de la llamada “clase media”. Pero en cuanto esas dos presentaban personajes además de los protagonistas con los cuales podían sentir cierta empatía, aquí la dosis de cinismo es demasiado alta, se le pasó la mano y salvo dos excepciones los personajes son terribles, malvados, aprovechadores, ruines, en definitiva malos con nuestra protagonista. Es como si se buscara castigar a esta supuesta clase media americana, verdaderos parásitos de los genios que buscan emprender como es el caso de Joy, cuya familia apenas le apoya.
Sería bueno entonces detenerse a pensar en la protagonista, Joy, interpretada de forma correcta por Jennifer Lawrence. Su historia y su film se enmarcan en la larga lista de películas tan norteamericanas sobre personas comunes por fuera pero con un gran talento/corazón/fuerza/convicción –añadan sus cualidades- dentro de sí, que los lleva a superar los obstáculos. A falta de héroes griegos luchando contra el Kraken o el Minotauro, tenemos a estos individuos que se enfrentan a las circunstancias y no aceptan que nadie les diga que no pueden lograr algo, porque aquellos que te dicen que no puedes, es porque ellos mismos no pueden, punto. Teniendo éxito en el capitalismo los problemas muchas veces se resuelven. Así es como Joy va logrando poco a poco comprender el mundo de los negocios, mientras nosotros poco a poco vamos sintiendo emoción por las cosas buenas o malas que le van ocurriendo. Pero la repetición una y otra vez, sumado a la falta de empatía por los personajes, nos lleva a cansarnos.
La película no es mala y tiene varias cosas a su favor como  el clímax, que tiene algo de western, pero un western financiero. Una mujer contra un cowboy de California.




El resto de los personajes y tramas son:
Robert De Niro interpreta al padre de Joy, un sujeto desagradable y abusivo pero con ciertos rasgos de humanidad.
La madre de Joy es una mujer que ve telenovelas todo el día.
La hermanastra de Joy la envidia y desprecia, nunca sabemos bien porque, bastando quizás el hecho de que sean hermanastras.
El ex esposo de Joy es un cantante de bares, pero con buen corazón.
La mejor amiga, apenas sabemos algo de ella, pero es afroamericana y es muy buena.
¿Bradley Cooper? ¿Está Bradley Cooper en está película? Si, y no tiene ninguna importancia mayor.
De los hijos de Joy solo tenemos contacto como espectadores con la hija. Porque esta quizás es una película que busca la aprobación femenina, busca ese target desde un principio cuando en los créditos de apertura dice que es una historia inspirada en todas las mujeres fuertes.

El hecho de que esté narrado por la abuela, quizás tenga un sentido arquetípico. Desconozco. No tiene mayor trascendencia para nosotros como espectadores, funcionaria perfecto sin voz en off.

Para cerrar, Joy es una película que adolece de una falta de personajes que nos sean agradables, castigando demasiado a nuestra protagonista, en muchos momentos de forma injustificada, quizás solo para recordarnos que esto es una película y no una historia real, como si hiciera falta. 

domingo, 10 de enero de 2016

The Lobster




Para muchos no es raro pensar que vivimos en un mundo extraño, alienado por hacer lo que nos dicen que debemos hacer, pensar lo que debemos pensar y actuar frente a los demás de una manera que encaje con la estructura social.
The Lobster es una película que decide tomar un concepto de esos y analizarlo, llevando a un caso extremo y surrealista, en un futuro -o presente- paralelo, las relaciones de parejas, lamentablemente para mi, la película no termina de cuajar y funcionar de un modo armónico.

En este mundo que se plantea en la ficción, los adultos deben encontrar pareja y casarse, de otro modo no tienen permitido vivir en la ciudad y se van a hoteles en donde deben permanecer por un periodo de tiempo establecido hasta lograr encontrar una pareja entre los demás pasajeros del hotel. Si no lo consiguen son convertidos en un animal a elección de ellos mismos. Con esos antecedentes puestos sobre la mesa, se podría pensar que estamos frente a un largometraje arriba de la pelota, con situaciones al limite y especialmente mucho humor negro. Y si, hay de todo eso, pero capturado de una manera tan oscura, interna y opresiva que se vuelve monótono al cabo de un rato. Porque si ya es claro el argumento a los pocos minutos de comenzada la película, durante la primera hora no ocurren sino situaciones que reafirman lo ya entendido y esto es lo que más me molestó de la película, porque a fin de cuentas se convierte en un discurso, un discurso de lo que está pasando o podría pasar con esta obsesión de no estar solos.

La segunda parte de la película nos muestra el otro lado. Nuestro protagonista escapa del hotel luego de separarse de una mujer con la que intentó tener una relación pero que era una arpía sin corazón. Por lo que escapa al bosque en donde se encuentra con los "solitarios". Los solitarios son seres individualistas, cada uno debe velar por su vida y hasta por su muerte, por ende debe cavar hasta su propia tumba y los demás no le lloraran. Los solitarios bailan música electrónica, ya que es la mejor música para bailar solo. NO pueden acercarse sentimentalmente los unos a los otros ni pueden tener sexo, eso está prohibido. Es curioso que lo que en principio parecía la libertad de toda la opresión de la vida en pareja se convierta en otra pesadilla.

Para no seguir revelando antecedentes de la película, tan solo diré que muchas veces vemos las cosas en el momento menos indicado, probablemente The Lobster la vi cuando no debía y por eso me pareció monótona, repetitiva y agobiante, en el mal sentido, ya que con un argumento como el que plantea, las posibilidades eran infinitas, y así las cosas el director impregna el film de una lentitud y un abanico de personajes cada cual más desagradable. Los actores en general están bien, pero el material con el que deben trabajar es solido y no les permite liberarse de la cámara pasiva y los diálogos filosos. Con todo eso es muy extraño que la película no me haya convencido, probablemente es el exceso de frialdad y la falta de un personaje al cual realmente podamos apreciar, nuestro protagonista es un hombre adulto bastante confundido y de pocas palabras, pero ademas, todos son raros en este mundo, todos los que están en ese hotel son personas dañadas y un poco mal de la cabeza. Creo que se podría haber desarrollado más esas historias antes que mostrarnos todo lo demás, que no es poco y como digo, se me hizo bastante largo para ser solo una película de dos horas.

A la película le ha ido muy bien en criticas, en mi caso no fue así. Nunca logré conectar con su puesta en escena y eso que soy hombre de humor negro.