Fiesta de salchichas ¿Qué puedes esperar de una película con
ese título y una imagen promocional de una salchicha dibujada estilo Pixar pero
en posición de pene erecto? Si a lo anterior agregamos que parte del equipo son
los actores actor Seth Rogen, James Franco, Edward Norton, Johan Hill, Kristen
Wiig, Paul Rudd, Salma Hayek y Michael Cera, pues esperamos una comedia burda y
sostenidas en los diálogos a los que nos tienen acostumbrados. Pero no, esta
película es buena de verdad, tiene material y aprovecha su formato animado para
llevar a todos los extremos las perversiones y fantasías visuales de sus
creadores.
La película comienza con una secuencia musical interpretada
por todos los productos de un supermercado y sus diferentes pasillos. La música
al más puro estilo Disney no es solo un efecto cómico, el compositor es el mismísimo
Alan Menken. Los protagonistas son dos salchichas de un mismo paquete, y el interés
amoroso de una de las salchichas, un pan de mesa o pan de hot dogs, como
quieran llamarle con la voz de Kristen Wiig. Como es lógico suponer las
salchichas y los panes nacieron para estar juntos, y ahí se despliegan no uno
ni dos, más bien una cantidad enorme de chistes sexuales, puesto que las
salchichas lo único que quieren es entrar en esos panes y viceversa.
Los
productos de supermercado viven para ser llevados por los Dioses hasta más allá
de las puertas del recinto donde creen se encuentra el paraíso y donde nada
malo jamás les ocurrirá. Pero una mostaza con miel es devuelta por su
comprador, volviendo a ser puesta en su repisa, pero ahora está traumatizada
por las cosas horribles que vio en el mundo, nada más que la verdad, todos van
a morir. Pero los demás no le creen y mañana es 4 de Julio, fecha en que los
americanos hacen barbacoas y compran salchichas. Así que por fin nuestros
amigos son llevados todos juntos en un mismo carro, conducido por una mujer que
también necesita una limpieza vaginal por lo que lleva la ultima ducha vaginal
de la tienda. La ducha está muy emocionada por entrar en la vagina de la mujer
y limpiarla. La mujer también agarra la mostaza, quien intenta suicidarse pero
entonces nuestro protagonista salchicha le agarra de un pie para evitar que
caiga al suelo de la tienda, quedando suspendidos, hasta que otro comprador
chocha por accidente el carro de la mujer haciendo que se caigan muchos
productos, frutas y demás al suelo. La escena parece un campo de batalla,
frutas aplastadas, ciegas, bolsas reventadas por la mitad intentando cerrarse y
meter su contenido dentro. Humor negro, buen uso de la animación para convertir
algo simple en brillante. Uno de los perjudicados es la ducha, quien culpa a la
salchicha por el accidente, pero es barrido por el administrador del
supermercado y tirado a la basura. Sobrevive y sellando su herida con una
etiqueta decide ir en busca de la salchicha.
Nuestro protagonista hace eco de las palabras de la mostaza
con miel y quiere saber la verdad de lo que ocurre una vez que los dioses les llevan
del supermercado. Para eso debe hablar con los alimentos no perecibles, quienes
han visto y saben la verdad.
Eso es solo un resumen bastante escueto de lo que va ocurriendo
en la primera media hora o poco más. Los chistes abundan, el doble sentido también,
la animación está muy bien lograda haciendo que disfrutemos cada plano. Luego
van ocurriendo muchas más cosas, tan absurdas como creativas, inteligentes, raras y sin sentido.
Pues es una tontería de concepto, las salchichas tienen manos con guantes como
el ratón de Disney. Es una gran broma de ochenta minutos, pero dentro de sí
contiene una serie de cuestiones importantes ¿Cuál es nuestro fin? ¿Qué hacemos
con nuestras vidas? La película habla de forma superficial pero graciosa del
racismo, la religión, el nacionalismo, la sexualidad, el uso de drogas (el cual
está muy presente tanto por su uso en pantalla como el que de seguro usaron
para crear la historia) el bullying, todos temas manidos y más propios de un
telefilm. Pero la creatividad con la que se explora estos temas a través de
estos personajes en un mundo imposible, es lo que nos atrae y en lo personal me
hizo disfrutar tanto de este viaje que viven todos nuestros personajes.
Algunas de las escenas más notables son las de las masacres,
cosas que hacemos todos los días como pelar una papa, abrir un paquete de papas
fritas, son convertidas en una carnicería, acabando de maneras horribles con la
vida de un supuesto ser vivo. Otro gran momento es cuando una de las salchichas
camina por la calle y se encuentra con un pedazo de excremento y piensa que es
otra salchicha, apareciendo unos choclos zombies y luego un condón usado con
trauma por el uso que le han dado.
La película no escapa a las referencias de la cultura pop,
pero en general están bien aplicadas y funcionan de forma correcta, sin
restarle puntos a lo que ocurre por usar un chiste barato, hay uno de
Terminator que no sé si me convence tanto. La película contiene escenas casi pornográficas,
pero no pueden serlo ya que son cosas, antropomorfas pero cosas al fin y de esa
manera podemos disfrutar con todo el salvajismo de la pantalla.
Fiesta de salchichas, es una gran película, tanto como
comedia como una revisión a los grandes temas de siempre, al cuestionamiento de
nuestra forma de vivir, nuestras creencias y en como intentamos imponerlas al
resto, en que nadie tiene la verdad de la vida o al menos existen muchas
verdades que son parte de un todo y es inútil buscar imponerlas a los demás. Es
un mundo colorido, divertido y con alto valor de repetición pues volvería a
verla una y otra vez.